Alternativas de cerraduras electrónicas para los gestores de infraestructuras.

cerraduras electrónicas para los gestores de infraestructuras.

La gestión de llaves mecánicas es, en general, un reto para cualquier instalación con muchas puertas y usuarios: imposibilidad de controlar copias de llaves no autorizadas, muchas llaves por usuarios, cambios de cilindros por pérdida de llaves… y en general, todos los inconvenientes asociados a los retos de tener un sistema de cierre cuyo código de seguridad está a la vista de cualquiera: ¡la forma de la llave!…. la alternativa, las cerraduras electrónicas.

Pues bien, para los gestores de infraestructuras (popularmente conocidos con el anglicismo de utilities) estos problemas se multiplican exponencialmente al tener millares de accesos, repartidos por vastos territorios y con centenares de usuarios (no siempre identificados de antemano) que deben acceder de manera esporádica y a menudo no planificada. Además, en estos casos, los costes logísticos asociados a la gestión de los accesos mediante llave acostumbran a ser una partida importante de todos los costes de mantenimiento e impiden al gestor de la infraestructura dar una respuesta inmediata ante cualquier emergencia en la instalación: ¡hay que ir a buscar la llave!

 

Las cerraduras electrónicas son la solución para los gestores de infraestructuras.

Pero alerta. Hay muchos tipos de cerraduras electrónicas y, dependiendo de la tecnología elegida, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Podríamos agrupar en tres familias:

 

  1. Cerraduras electrónicas con llave electrónica
  2. Cerraduras electrónicas de apertura mediante bluetooth
  3. Cerraduras electrónicas de apertura mediante NFC

 

Las cerraduras electrónicas con llave electrónica

Este tipo de cerraduras electrónicas resuelven gran parte de los problemas asociados a las cerraduras mecánicas: no se requieren multitud de llaves y no se pueden copiar. Con una sola llave el usuario puede tener accesos a múltiples emplazamientos. Los derechos de acceso de la llave se pueden cambiar en función de las necesidades. En algunos casos, mediante dispositivos dedicados conectados al PC administrador. En otros, sincronizando la llave mediante bluetooth con el teléfono móvil.

Sin embargo, este tipo de cerraduras electrónicas no eliminan la llave de la ecuación, es decir, necesitan de un dispositivo dedicado (la llave electrónica) para abrir. No eliminan del todo los costes logísticos. Además, es difícil garantizar la seguridad puesto que, en caso de robo, es complicado eliminar los derechos de acceso de la llave. Para minimizar este riesgo, se hacen caducar los derechos de acceso al cabo de algunos días, requiriendo que todos los usuarios los “renueven” constantemente.

Pero el principal problema de las cerraduras electrónicas con llaves es el mantenimiento. Este tipo requieren batería, ya sea en el cilindro, ya sea en la llave electrónica. El primer caso, es una solución prohibitiva para los gestores de infraestructuras: tener que cambiar miles de baterías en emplazamientos remotos es un coste operativo inasumible. Por esto, normalmente la batería está en la llave electrónica. El mantenimiento de baterías en la llave electrónica es más sencillo, pero requiere que cada usuario esté pendiente de la batería de la llave, puesto que no hay nada peor que desplazarse 200Km para hacer el mantenimiento de un emplazamiento y… no tener batería en la llave electrónica. Pero además… si se necesita un teléfono móvil para sincronizar los derechos de acceso… ¿por qué no usar directamente el móvil para abrir?

 

Las cerraduras electrónicas de apertura mediante bluetooth

Las cerraduras electrónicas de apertura mediante bluetooth utilizan el teléfono móvil para abrir. El hecho de no requerir una llave electrónica flexibiliza enormemente las operaciones permitiendo al operador “improvisar” llaves. Con las cerraduras electrónicas de apertura mediante teléfono móvil, cualquier operario en el terreno puede pasar disponer de una llave electrónica virtual al instante y realizar las intervenciones de mantenimiento de manera inmediata. Los tiempos de intervención se acortan enormemente pudiendo reaccionar con rapidez a incidencias imprevistas en la infraestructura al tiempo que se refuerza la seguridad al eliminar el riesgo de copias de llaves no autorizadas.

Además, las cerraduras electrónicas de apertura mediante teléfono móvil aportan una ventaja diferencial respecto a las que usan llave: aportan al operador información en tiempo real de quién está abriendo qué y dónde.

El principal inconveniente de estas cerraduras electrónicas es que requieren batería en la cerradura. Las baterías suelen agotarse, de media, en un par de años. Sin embargo, la duración real de la misma depende de muchos factores, siendo los dos más relevantes el número de aperturas y de la exposición a cambios de tempera como frio y calor. Las baterías no son muy amigas de los cambios de temperatura. Esto significa que no se agotan todas las baterías de la infraestructura al mismo tiempo. ¡Por lo que el gestor de infraestructuras pasa, además de gestionar su infraestructura, a gestionar cerraduras!

Aún y los enormes costes de mantenimiento de las cerraduras electrónicas con  bluetooth, éstas son mucho mejores para los gestores de infraestructuras que las que usan llave. Sin embargo, las cerraduras electrónicas con bluetooth no aguantan una comparativa económica de TCO (Total Cost of Ownership o Coste Total de Propiedad) con las cerraduras electrónicas definitivas para los operadores de infraestructuras: las de apertura mediante NFC.

 

Las cerraduras electrónicas de apertura mediante NFC

Las cerraduras electrónicas NFC también se abren mediante un teléfono móvil. La diferencia respecto a las de apertura mediante bluetooth es que no requieren batería, puesto que se alimentan induciendo la energía a partir del NFC del teléfono móvil. De este modo, el teléfono móvil no solamente es la llave. También es la fuente de alimentación.

La ausencia de batería en las cerraduras electrónicas NFC las hacen imbatibles para los accesos a los emplazamientos remotos de los operadores de infraestructuras. No requieren mantenimiento alguno. No necesitan llaves. Los derechos de acceso se pueden enviar remotamente, en tiempo real, a cualquiera que tenga un teléfono móvil con NFC, o sea, a partir de los iPhone 7 y la mayoría de los Andorid. Las cerraduras electrónicas estarán allí. Siempre funcionarán. Independientemente del número de aperturas, o de la temperatura del lugar o de la lluvia. E irán aportando, a través del teléfono móvil, información en tiempo real de los accesos.

Si se analiza el ciclo de vida de las distintas alternativas de cerraduras electrónicas (a 10 años, por ejemplo) mediante un análisis TCO, se ve claramente como las NFC prácticamente no tienen coste operativo al no requerir mantenimiento de sustitución de baterías.

Precisamente por todo ello, iLOQ desarrolló en 2017 iLOQ S50, la primera cerradura electrónica NFC del mundo que actualmente están desplegando los principales operadores de infraestrucutras.

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